¿Qué son?
Los amarres de amor es un conjunto de técnicas, normas incluso, requisitos también, realizadas por expertos en el tema, que pueden favorecer a una relación entre dos personas.
Hay muchos momentos donde la relación entre dos individuos puede decaer por falta de comunicación, desgaste en la rutina o la chispa se va apagando, por decirlo coloquialmente, esta energía que los unió se va alejando… hasta que puede acabar, para temor de ambos.
Y muchas personas por no perder un amor recurren a esto para recuperarlo, como una opción oportuna, funcional. Por ser uno de los rituales más conocidos, por su eficacia, por el poder de generar en el hombre, en la mujer, en la pareja de quién está bajo sus efectos, permita una próspera y afectiva relación, hay que tener en cuenta que se busca, como lo indica el nombre del hechizo, amarrar a la persona, la que vendría siendo puesta bajo el ojo del que perpetúa y sella el pacto, hacia la pareja responsable de buscar, emitir y condenar tal acción.
Pero, de condena se habla si es que solicita el amarre, se arrepiente luego de su decisión, queda claro este punto. Son pocos los casos que se ven de arrepentimiento, sabemos que el acto, en relación a buscarlo, indica que la relación está pasando por un punto de inflexión, por ello se busca.
Función de este ritual
El ritual amarrado y claveteado es un ritual muy fuerte y de duración ilimitada, ya que el ser amado puede quedar enlazado a la otra persona de manera prolongada el resto de su vida. Siendo el punto máximo de la relación misma, querer enlazar la vida de un ser querido a la tuya, querer obtener una innegable y fuerte fidelidad, que nada, ni nadie, podrá romper el pacto hecho entre dos almas mortales.
Esto ayuda a que el amado no se vaya o aleje de tu lado, los resultados varían, pueden ser instantáneos o pueden demorarse, dependiendo de varios factores como la fe y la confianza, lo intenso que puedan llegar a ser estos dos ítems, tendrán un impacto (positivo o negativo) en el resultado, por eso se requiere de una fuerte creencia en lo que se está pidiendo, haciendo y confiar en los futuros resultados.
Todo va de la mano de lo fuerte que es la persona que solicita el amarre. Este trabajo ayuda también a que nuestra pareja se aleje de cualquiera que perjudique la relación, un tercero que no tiene lugar alguno dentro de esta relación, que ya de por sí peligra de sus límites, haga llegar a una posible ruptura o alejamiento.
Peligros de estos trabajos
Estas acciones y técnicas realizadas no se considera peligroso, que pueda ponerte en riesgo alguno, se tiene que estar muy seguro de hacer este procedimiento con aquella persona que escoja, saber si realmente es para usted, si realmente le conviene.
Hay que desear y querer con el alma a esa persona, ansiando un futuro juntos, duradero y fuerte. Ya al saber que sí, puede seguir el procedimiento con un profesional que cuente con experiencia necesaria para evitar malos resultados o engañosos, para un funcionamiento óptimo y eficaz. Habrá quienes puedan realizar su petición sin ningún problema, dando los mejores resultados que se pueda obtener en este curioso, e ingenioso, ritual.
En la inmensa mayoría de los casos, esta perpetuación de ritual, se hará sin el conocimiento de la otra parte de la pareja, es decir, solo uno de ellos sabrá lo que está sucediendo. Queda de parte de esa persona, si es deseo de ella, hacerle saber a tu confidente sobre el amarre hecho sobre su persona.
Cada persona podrá confiar sus experiencias en este proceso, sobre el antes (el por qué lo llevó a hacer esto, a buscarlo), él durante (proceso, sentimientos y emociones) y el después (resultados). Se puede hacer una gran investigación sobre esto. Da mucho material para poder desarrollar y dialogar, junto al análisis sobre sus tres etapas.
